agosto 31, 2021

 

 El Papa Francisco y las vacunas,

 ¿un verdadero acto de amor? 


Hace algunos días el Papa Francisco llamó a realizar un acto de amor uniéndose a un llamado fraterno para invitar primeramente a los gobiernos a procurar la vacuna contra Covid-19 de sus pueblos y después a todos los interesados a realizar esta medidas sanitarias por medio de los sistemas autorizados. 

Muchas personas incluyendo católicos, se escandalizaron interpretando el mensaje como una medida “obligatoria” ,por su cargo de ser  la primera autoridad en la religión católica.

 Escuchando con atención el mensaje nos damos cuenta que no es una medida que el Papa haya tomado por sí solo,  como bien se escribió arriba, es la unión de un mensaje fraterno que no solo se trata de su persona sino del llamado que todas las autoridades civiles están llamando ha realizar. 

Anteriormente ha sido criticado por no dar parte en algunos problemas sociales de la actualidad, sin embargo, esta vez se pronunció fuerte y claro, “vacunarse es un acto de amor” 



¿Qué es un verdadero acto de amor?

Lejos de lo que pensamos  que un acto de amor es un beso de amor verdadero, un acto de amor es el que nos lleva más  allá  de nosotros  mismos, es el ver y procurar siempre  el bienestar  ajeno antes que el propio. 

Un acto de amor nunca es una obligación  ni mucho menos una imposición, primeramente  es un salto al vacío, no temiendo lo que nos pueda pasar sino viendo siempre el beneficio mayor que se puede alcanzar. 

En estos términos, vacunarse, es un acto de amor  público y social. Es apoyar la mejor medida sanitaria tomada hasta este punto. 

Dudas  van y dudas viene , ¿Qué si la pandemia y las vacunas son un invento? ¿Qué  si no hay suficiente  experiencia en las mismas? 

Todo lo relacionado a las vacunas, debemos dejárselo  a los expertos, creyendo primeramente  que Dios los ha iluminado para hacer el mejor trabajo  posible. ¿Y si ellos actúan  mal? Será  Dios quien los juzgue. 

Pero porque  nosotros debemos tomar el papel de justicieros no sólo  a los científicos  sino al mismo Papa. 

San Francisco  de sales, en su libro  Introducción  a la vida devota, deja muy claro,"Los juicios de los hijos de los hombres son temerarios, porque ellos no son jueces los unos de los otros, y, al juzgar, usurpan el oficio de Dios nuestro Señor; son temerarios, porque la principal malicia del pecado depende de la intención y del designio del corazón, que, para nosotros, es el secreto de las tinieblas; son temerarios, porque cada uno tiene harto trabajo en juzgarse a sí mismo, sin que necesite ocuparse en juzgar al prójimo" (CAPÍTULO XXVIII DE LOS JUICIOS TEMERARIOS)

¿Por qué  entonces  juzgamos al Papa Francisco, cuando él solamente esta haciendo una invitación en la que sólo Dios conoce la verdadera intención?

La mala interpretación  de pocos datos estadísticos es lo que esta llevando al verdadero caos. 

La proliferación de la poca, mala y amarillista información  es más  mortal que la misma pandemia. 

El auge de grupos  que no están a favor del Papa Francisco, a tomado fuerza con esta medida, llevando a la confusión  a los católicos  mediocres. 


 

¿Por qué  alarmarnos de un mensaje del Papa cuando sólo es  una invitación  ante una problemática  de salud?

Muchos lo llaman irresponsable, otros marcan como la cúspide  de una serie de errores que según  los “críticos" ha tenido su pontificado. 

Otros tantos se han callado pocos lo han apoyado. 

En medida de esto y sin meternos  en la controversia del tema científico, moral y ético de las vacunas, vamos a exponer porqué  un buen católico debe apoyar al Papa.

Soy católico, no estoy convencido de las vacunas, ¿Qué posición debo adoptar respecto a la invitación del Papa?


Ante un tema controversial, que sin duda nos hace pensar en el tanto cuanto debemos obedecer al  comunicado del Papa, debemos estar claros en algunos conceptos. 

Primeramente es una invitación a una acción social, no es obligación, no es imposición, no es dogma de fe, esto en relación al comunicado. 

En cuanto a la persona del Santo Padre, debemos recordar y tener presente que es humano, tan humano que se puede equivocar,  como el mismo San Pedro, que negó  a Jesús  3 veces(Mr. 14.66-72), quien el mismo Jesús  le dijera “aléjate de mi satanás" (Mt.16.23-24), ese mismo San Pedro, que Jesús conocía bien, en lo bueno y en lo malo y aún así lo llamó a dirigir su Iglesia (Jn.12,15-19)

Se nos olvida  que la Santidad  la otorga Dios, así  como también la dirección  de su Iglesia. 

Hoy más  que nunca, debemos permanecer unidos a la vid, mostrando  ser  una Iglesia  fuerte.

 Las discrepancias que podemos tener hacia la opinión  del Papa, debemos reservarlas  y aclararlas con nuestros  consejeros espirituales, más  no mostrar nuestra opinión  pública dando paso al escándalo. 

El Papa necesita del apoyo de sus fieles, no sólo  de palabra sino de obra y de publicidad buena hacia el apostolado  que está  llevando acabo. 

Más  allá  del tema de las vacunas, lo que si debemos hacer, es una manifestación  pública  de nuestro  apoyo al sumo Pontífice , sino te nace nada bueno, entonces  no digas ni publiques nada, pero por  favor,  no aumentes rumores en su contra mucho menos abriendo  la duda de si esta actuando bien o mal. 

No bajemos la guardia en la oración  hacia el Papa y su pontificado, antes de siquiera  consentir  un pensamiento  contrario a sus declaraciones, elevemos una oración  al cielo por él  y por quienes lo asesoran.

 Roguemos a Dios por medio de su Santísimo  Hijo y por la gloriosa intercesión  de la Siempre  Virgen María, la buena acción  de su ministro, el Papa Francisco, y nosotros  siervos inútiles, propaguemos la fidelidad  a la máxima  autoridad  de la Iglesia  Católica, manifestemos a una sola voz, #SiempreFiel, #YoConElPapa.



Por: Margarita Lozano

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