Puedes introducir una quejida contra el abad ante su Obispo, haciendo noticia a este documento. 22 Cf. Missale Romanum, Institutio Generalis, n. 160. La Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó la subsiguiente carta a un prelado en Notitiæ, impresión oficial de delicia Congregación, en su tirada Noviembre diciembre de 2002 (N° 436). Trata sobre el derecho que tienen los fieles a arrodillarse para percibir la Santa Comunión, como aún sobre la ilícita conducta de los clérigos que se la niegan. Congregatio de Cultu Divino et Disciplina Sacramentorum Protocolo N° 1322/02/l Roma, 1° de Julio de 2002 Su Excelencia: Esta Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha acogido hace poco informes de agentes de la congregación de su Diócesis a quienes se les niega la Sagrada Comunión cuando, al verter a recibirla, se ponen de rodillas en motivo de mantenerse de queso. Los informes dicen que tal ley ha sido anunciada a los fieles. Tenemos palitroques de que equivalente fenómeno podría estar poco más extendido en la Diócesis, sin embargo a esta Congregación no le es opcional confrontar si es justamente.

No obstante, este Dicasterio tiene la potencia de que Su Excelencia estará en una plaza que le permita ejecutar una combatividad más real sobre el clave. De todas cortesías, las lástimas proporcionan una baratura a esta Congregación para actuar saber el criterio que asiduamente se establece sobre esta disciplina, con el manifiesto pedido a Ud. de que lo haga saber a cualquier superior a quien sea automático informarle. La Congregación está de hecho atosigada por el policía de grimas similares que ha percibido desde múltiples parajes en los últimos meses, y considera que cualquier negación de arrear la Sagrada Comunión a un miembro viril de la hermandad, fundada en que se encuentra de rodillas para recibirla, es una grave infracción a uno de los derechos más centrales del fiel cristiano, a saber, el de ser valido por sus Pastores mediante los Sacramentos (Código de Derecho Canónico, censo 213). En traza de la carta que establece que “los ministros intocables no pueden cabecear los bautismos a quienes los pidan de estilo propicio, estén acertadamente prestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos” (C. Canónico 843, § 1), no debe negarse la Sagrada Comunión a ningún apostólico durante la Santa Misa, a salvo en riesgos que pongan en riesgo de grave alboroto a otros creyentes, como el pecador público o la pertinacia en la herejía o el emancipación, públicamente ejercido o declarado. Aún en aquellos estados adonde esta Congregación ha consentido la norma local que establece el mantenerse de queso como la tendencia para aceptar la Sagrada Comunión, de acuerdo con las habituaciones ratificadas a las Conferencias Episcopales por la Institución Generalis Missalis Romani n. 160, § 2, lo ha labrado con la clase de que a los comulgantes que escojan ponerse de hinojos no les será negada la Sagrada Comunión. De hecho, como Su Eminencia el Cardenal Joseph Ratzinger, ha exagerado últimamente, la práctica de postrarse para albergar la sagrada Comunión tiene en su valimiento una tradición multisecular, y es un guarismo particularmente expresivo de devoción, absolutamente apropiado en sensatez de la verdadera, real y substancial pública de Nuestro Sénior Señor bajo las tipos consagradas.

Dada la trascendencia de este libreto, la Congregación pide que Su Excelencia averigüe específicamente si este eclesiástico niega de ordinario la Sagrada Comunión a algún policía de la congregación en las oportunidades descritas más por encima y, si la piedad se verifica, pide además que Ud. le ordene resueltamente, a él y a cualquier otro religioso que pueda haber aguantado tal práctica, que se abstengan de interpretar así en el futuro. Los superiores deben asimilar que la Congregación considerará cualquier lamentación futura de esta naturalidad con mucha compostura, y si ellas se verifican, actuará disciplinariamente en analogía con la entereza del atrevimiento pastoral.